Riesgos del uso de herramientas manuales durante el ensamblaje y montaje
- Metalúrgicas Ruher
El ensamblaje y el montaje constituye la última etapa del proceso de transformación del metal donde se recogen las piezas para posteriormente ser ensambladas y transformadas en las líneas de montaje manual y automatizadas de las metalisterías, configurando así el producto final.
Proceso de ensamblaje y montaje en las metalisterias
Esta última etapa implica trabajos típicos de una metalistería, por lo que se han de contemplar también los riesgos derivados de herramientas manuales, así como otros existentes por el uso de cabinas de pintura o instalaciones de aire comprimido.
Riesgos en la cadena de montaje
- Caída de objetos durante la manipulación de las piezas a ensamblar
- Exposición a dosis elevadas de ruido
- Movimientos repetitivos que pueden provocar lesiones osteomusculares
Medidas preventivas que llevamos a cabo en nuestras instalaciones de Madrid y Arganda del Rey
Las líneas de montaje están adaptadas al riesgo de caída de piezas como consecuencia de la gran manipulación que sufren las mismas y al peligro de lesiones musculoesqueléticas, debidas a la realización de operaciones repetitivas durante la jornada laboral. Las medidas a adoptar serán básicamente de carácter general y, entre ellas, podemos encontrar:
- Establecer, si fuese posible, rotaciones entre los diferentes puestos de trabajo.
- Realizar un buen del puesto laboral para eliminar posturas inadecuadas.
- Establecer unos períodos de descanso para romper con la rutina de operaciones repetitivas.
- Facilitar a los técnicos los médicos mecánicos necesarios para la realización de sus tareas con el mínimo esfuerzo posible.
Es frecuente que el trabajo en una línea de montaje de elementos metálicos conlleve exposiciones a dosis elevadas de ruido. Principalmente está provocado por golpes y las herramientas auxiliares utilizadas en las operaciones de montaje en las metalisterías. Para la evaluación de este riesgo, es necesaria la realización de una medición del nivel de ruido producido, así como el tiempo de exposición real del trabajador.
En función de los resultados obtenidos se adoptan las correspondientes soluciones que podrán ser soluciones colectivas, como encapsulados, apantallamientos y formación a los empleados en materia de prevención frente al ruido, o individuales, como equipos de protección (tapones y cascos).
Herramientas manuales que se utilizan en las metalisterías
Dentro de una metalistería la mayoría de las lesiones vienen provocadas por el uso de herramientas manuales que, por su constante utilización, son consideradas como un foco importante de accidentes. Hay una gran variedad de herramientas desde las más básicas: alicates, sierras, martillos, etc., hasta las neumáticas y eléctricas.
Riesgos en el uso de herramientas manuales de una metalistería
- Golpes y cortes por uso indebido de las mismas
- Movimientos repetitivos y posturas forzadas
- Exposición a vibraciones
Medidas preventivas que tomamos
Todas las herramientas que utilizamos en nuestras metalisterías de Arganda del Rey y Madrid se encuentran en un estado óptimo. Se deben realizar revisiones periódicas por personal especializado para certificar que se mantienen afiladas, limpias y con las articulaciones engrasadas correspondientemente para evitar su oxidación.
La herramienta tiene que ser la adecuada para cada trabajo a realizar (con aislamiento en caso de trabajos eléctricos o con materiales que no provoquen chispas en zonas con riesgos especiales).
Se hará un uso correcto de las herramientas. Cada una de ellas tiene su función específica y debe ser utilizada para ese fin y no para otro. Las herramientas deben estar correctamente ordenadas y almacenadas. Se guardarán dentro de protectores metálicos o de cuero y se dispondrán en estantes o armarios.
Aquellas herramientas manuales deben amortiguar las vibraciones mediante recubrimientos aislantes o mediante el uso de guantes antivibración. Para la adopción de posturas forzadas se recomienda que la superficie de trabajo esté a una altura adecuada: ni demasiado alta que obligaría a trabajar con los brazos elevados, ni demasiado baja porque obligaría a la persona a inclinar la espalda hacia adelante.